Qué es la Energía Oceánica o Marina: Definición y Concepto

Pudiéramos definir a la energía oceánica o marina como un tipos de energía renovable que aprovecha los océanos para producir electricidad. Esto se puede hacer de varias formas, pero los recursos que presentan el potencial más inmediato en términos de producción la tienen dos tipos de energía oceánica que son: La energía mareomotriz o marítima y la energía undimotriz o de las olas.

Los océanos tienen una cantidad increíble de potencia y potencial energético. A pesar de que la tecnología de la energía marina no ha aprovechado todo su potencial, en los últimos tiempos ha habido una serie de desarrollos en la energía oceánica que se han puesto en marcha.

Los mares han demostrado ser una fuente de energía renovable prometedora, ya que los cuerpos de agua cubren más del 70% de la superficie terrestre. Sin embargo, todavía no es popular en comparación con otras fuentes de energía no convencionales como la energía solar.

Energía Oceánica o Marina

En todo el planeta hay científicos trabajando en el desarrollo de la energía oceánica y su aplicación. Teniendo en cuenta la cantidad de energía marina producida en el mundo actual, es casi insignificante si la comparamos a escalas mundiales con otros tipos de energía.

El mundo de hoy necesita más energía de la que jamás ha requerido. La creciente población, junto con el crecimiento de las industrias, demanda cada vez más fuentes energéticas hábiles. Se han convertido en un hecho inevitable en nuestra vida cotidiana, sin embargo, también tenemos que tener en cuenta el hecho de que este consumo no debería afectar a gran parte del equilibrio ecológico del planeta.

Se cree que el Reino Unido es uno de los principales protagonistas de la energía oceánica. Aunque su capacidad actual es de sólo unos 9 megavatios, está en camino de entregar unos 120 MW para el año 2020.

Problemas de la energía marina

Tipos de energía marina

La energía oceánica viene con sus propios problemas y desafíos, como por ejemplo, los cambios impredecibles en los patrones de olas (mareas extremas a aguas muy tranquilas) que pueden causar enormes daños estructurales.

Esta energía por igual puede ocasionar problemas de sobrecarga en la operación. Otro problema es que hay una falta de datos e información en esta nueva área de desarrollo energético y muchos gobiernos y empresas se sienten menos confianza a participar.

Por último también está la preocupación medioambiental, ya que las instalaciones de energía marina pueden afectar la hidrodinámica de las olas, la creación de hábitats artificiales, la preocupación por los animales marinos, el ruido, etc.